Día de Acción de Gracias |
En el onceno episodio de la séptima temporada, Lily y Marshall deciden mudarse a la casa que los abuelos de Lily le regalaron en Long Island, aunque hay que decir que estos chicos cambian de opinión cada 5 minutos. En un principio quieren vender la casa porque ellos se consideran neoyorquinos y no quieren que eso cambie, pero en cuanto el matrimonio entra por la puerta de la casa se enamoran de ella. Sobre todo Lily, que con cara de corderito convence a Marshall -no le cuesta mucho esfuerzo que digamos- para que se la queden. Pero rápidamente Lily despierta de su mundo de yupi y se auto convence de que en el piso de Nueva York ya están bien, opinión que dejará de tener en cuanto vuelva al piso y, por arte de magia, ¡el piso se vuelva enanísimo!
Barney, por su parte, no termina de levantar cabeza después de que Robin lo dejara tirado. ¡Pobre Barney, aún nos sigue dando pena! Ante tanta depresión, que intenta disimular de cara a los demás, se le suma Ted, que tampoco es que haya tenido mucha suerte con las mujeres últimamente. ¡Hasta se plantean hacerse gays! Eso sí, ¡Ted confiesa que Barney sería su primera opción! ¡Ted y Barney pareja, lo que nos faltaba por ver! Pero no os preocupéis, de momento eso no va a suceder. Con unas copas de más, los dos terminan borrachos en el bar y con la descabellada idea de adoptar a un bebé juntos, como “man and bro” (hombre y hermano). Lo peor de todo es que lo hacen, o más o menos. Barney se presenta en casa de Ted con un bebé, pero él no sabe que es de James, el hermano de Barney. La nueva “pareja” presenta al bebé al resto del grupo como “Huracán Stinson-Mosby” o “Mosby-Stinson”, para Ted, ya que han descubierto que la niña atrae a todas las mujeres, y eso, a ellos, ¡les encanta! Al final Ted, gracias a Lily y James se da cuenta de que hay que esperar a encontrar la persona adecuada para formar una familia. Vamos, que todavía nos queda rato para que Ted encuentre a la madre de sus hijos.
Y, por último, Robin, que la hemos dejado para el final, ¡porqué es la que aporta el notición del capítulo! Robin se niega a aceptar el hecho de que Lily y Marshal se muden. La chica insiste e insiste hasta el final, incluso se encierra en el baño en signo de protesta, pero de nada sirve. Nosotras nos preguntábamos: “Y para que insistirá tanto? Long Island tampoco está tan lejos”. Pues bien, ahora ya lo sabemos. En el último minuto del capítulo, Barney entra por la ventana del baño, donde recordemos que Robin seguía encerrada, y le cuenta todo el rollo del bebé, haciendo como que todo fue idea de Ted y que él no quiere niños. Es entonces cuando Robin le suelta que… ¡Está embarazada! Sí, sí, como lo oís. ¿Será el bebé de Barney o de Kevin? ¿No es muy temprano para que sea de Barney? ¿Tampoco hará tanto tiempo que se acostaron juntos no? ¿Qué pensáis vosotros? ¿Os gustaría que fuese de Barney? Podéis comentarnos aquí, en el blog, o en nuestro Twitter!
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